
El "Azart" o "el barco de los locos", estará este fin de semana en el puerto de Vilagarcía, dentro su andadura entre Marsella y San Sebastián, de cuya candidatura a Ciudad Europea de la Cultura 2016 el "Azart" es embajador.
Las visitas podrán realizarse de 18 a 21:00 hs. el sábado y el domingo, con precios de 4 y 2 euros (adultos y menores). La Concellería de Cultura colabora con los miembros de "Azart".
Que es el Azart
El Barco de los Locos un barco de alta mar casi centenario que sigue la vieja tradición del bufón itinerante en una procesión festiva alrededor del mundo.
En 1494 apareció el Barco de los Locos (Das Narrenschiff, Sébastien Brant, Basilea) el primer best-seller de la historia de la literatura, aclamada por sus contemporáneos como una 'sátira divina'. El Barco de los Locos se ha convertido en una imagen universal de la humanidad a la deriva, de la sociedad que ha perdido el rumbo. Esta imagen ha sido emblema de una tradición popular carnavalesca, que ha engendrado la literatura moderna y que aún hoy juega un papel importante en el imaginario popular.
Desde hace más de veinte años el Barco de los Locos es un laboratorio teatral itinerante, desarrollando una comedia abierta a diversas culturas y a personas de todas las edades. La tripulación ha presentado su espectáculo en 180 ciudades y en más de veinte países de Europa. Ellos celebran un peregrinaje de la vida, dedicada al teatro popular. Es un canto perpetuo a la locura. Todos los destinos son una oportunidad de encuentro e intercambio con el público y artistas locales. La gira 2012 les llevará desde el Mediterráneo hasta la costa atlántica francesa, haciendo escala en Portugal y en el País Vasco. En 2013, este proyecto flotante actuará como buque insignia de Marseille-Provence 2013, Capital Europea de la Cultura como embajadores extraordinarios culturales.
Su barco es un veterano de 30 metros eslora, transformado en una extraña escultura. Su traje es un amarillo/verde camuflaje Dazzle, una invención, inspirado por la deconstrucción pictórica del cubismo, de la Armada durante la Primera Guerra Mundial para borrar la cuenta de telemetría de los submarinos enemigos. Amarillo y verde son los colores emblemáticos medievales de la locura. En algunos puertos se construye una tribuna de 220 plazas, mientras que el barco con sus puentes y mástiles sirve de escenario y escenografía. La tribuna se convierte en un lugar de encuentro que puede también acoger artistas y músicos locales en el marco de un festival. El espectáculo comienza con la puesta de sol.
Los bufones navegantes se reúnen con alcaldes, ministros, jefes y otros altos dignatarios aunque de la misma manera con discapacitados, desempleados, enfermos, presos, desplazados y desheredados de todos los continentes que son compañeros mismos de viaje del Barco de los Locos universal.
